jueves, 7 de julio de 2011

Lo prometiste~~Ana Melero / El almacén~~Rosa M.

Este microrrelato no es lo que parece. Es un bocado más de un relato que podréis leer en su totalidad aquí: 
http://vanalaire.blogspot.com/2011/07/lo-prometiste-ana-melero.html
Es la primera vez que leo algo de Ana Melero y este párrafo me llamó especialmente la atención:


Lo prometiste


La bomba va a estallar, y cuando lo haga nada podrá salvarse. Su onda expansiva llegará a todos mis rincones, y  de nada habrá servido la terca ceguera de este cuerpo. Sí, ceguera; porque mi cerebro mandó mensajes de socorro que no obtuvieron respuesta. Cómo si no entender esa falta de sueño, el apetito compulsivo, o los silencios eternos…,  y esa especie de letargo de los sentimientos. Pero no hubo respuesta de mi parte física. Tampoco mi entorno fue consciente de los cambios, y si lo fue no les dio importancia. Importancia, esa es la clave. ¿Qué es importante? ¿Por qué  no me importo?  


Y si os quedáis con ganas de más misterio, en el mismo lugar podréis encontrar cosas como esta, de Rosa M. Una caja de tesoros. Entra y encuentra el tuyo.
http://vanalaire.blogspot.com


El almacén




Era tarde, llovía y tenía que hacer tiempo. Como siempre había llegado a la cita mucho antes.


No aguanto la impuntualidad, eso me lleva a tener que esperar siempre. Esperar a los que son puntuales y esperar  más, a los que siempre llegan tarde.
Caminé por la acera refugiada debajo del pequeño paraguas de bolsillo que siempre me acompaña. Decía mi madre “mejor prevenir…”.
Busqué un bar para tomar un café, pero como ocurre siempre con las cosa que buscas, no aparecen. Ninguno a la vista.
Cabreada, helada y mojada, reparé en un almacén. Eran dos traseras abiertas de par en par con una iluminación mortecina. Busqué con la mirada algún cartel que me informase sobre la clase  de negocio que allí se desarrollaba. Nada, ni un indicio.
Ésto alborotó mi curiosidad, siempre he sido muy curiosa, y mi cabeza, en ebullición, comenzó a especular, sería esto, aquello, lo de más allá.
Paseé por delante del portón, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha y vuelta a empezar.
Cuando de repente al darme la vuelta, me asustó, una mujer de amable sonrisa y mirada inteligente, detrás de sus gafas, me habló. Pase usted si quiere, a si se refugia del mal tiempo.
No se preocupe la contesté, no quiero molestar.
Ella volvió a sonreír  e insistió. Pase de verdad.
Con pasos vacilantes acepté su invitación sin saber que me iba a encontrar,  pero con la curiosidad a flor de piel.
Eche un vistazo y si necesita algo estoy en este pequeño despacho. Me dijo mientras desapareció por una puerta medio oculta por unas cajas viejas
Me adentré en la semipenumbra. Poco a poco se fueron mis ojos acostumbrando a la luz o mejor dicho a la falta de ella.
No tenía un espejo para mirarme pero mi cara debía de ser de un asombro absoluto.
Aquello tenía luz propia, os puedo asegurar que hasta sin luz hubiese brillado.
Eran piezas maravillosas llenas de colorido y cada una contaba una historia diferente. Pasee entre ellas empapándome de su belleza y armonía. Me emocioné, me moje  de lágrimas.
El tiempo se detuvo y no puedo decir  que pasó…
Me dirigí a la puerta con esfuerzo, volviendo la cabeza atrás a cada momento para recordar todos los detalles posibles.
Llamé a la amable señora para darle las gracias y preguntarle por aquellas maravillas, pero nadie respondió.
Mire el reloj y salí corriendo, por una vez la impuntual iba a ser yo,
Al día siguiente volví a la calle del almacén dispuesta a enterarme de todo lo referente a lo que vi y que tanto me maravillo, pero estaba cerrado. Mire en derredor por si alguien podía decirme los horarios de apertura del almacén, pero no había nadie  por la calle.
Entonces me fije en un pequeño cartel, me acerque para leerlo mejor, mis ojos no son lo que eran, la sorpresa me dejo helada.
El cartel rezaba a si” CERRADO POR DEFUNCIÓN”
Casualidades de la vida, mientras yo disfrutaba del trabajo y el talento de esta mujer, ella dejaba esta vida en el silencio y la soledad de su pequeña oficina.




4 comentarios:

  1. Muchísimas gracias Montse por este detallazo. Te ha quedado preciosa la entrada.
    Estoy encantada de estar en tu casa en compañía de Ana y tuya.

    Besazos desde el aire

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  2. Esta es la mejor habitación. Es cuarto de invitados y caja de tesoros al mismo tiempo.

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  3. Muchas gracias, Montse. Espero contagiarme de tu generosidad.

    Saludos. Ana

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  4. Gracias a ti. En serio me encantó ese párrafo. Tiene una fuerza increíble.

    Saludos.

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