martes, 19 de julio de 2011

Creer es crear~~Pedro Alonso Da Silva


Uno de los sitios en los que descubro el tipo de cosas que me gusta saber. Gestionado por una persona extraordinaria; el tipo de persona que te enriquece la vida solo explicando o compartiendo lo que le llega.
Altamente recomendable.

http://microcuentosyotrashistorias.blogspot.com






De niño, alguien le dijo que lo que uno cree se convierte automáticamente en su realidad. Se pasó meses enteros tratando de materializar todo tipo de fenómenos asombrosos. Pero claro, tan asombrosos le parecían que le costaba creer en ellos y en consecuencia, nunca se manifestaban. Ahora es un adulto de arraigadas creencias. Cada vez que un elefante rosa cruza por encima de su cabeza en vuelo rasante, recuerda con nostalgia aquellos años en los que trataba de materializar –qué ingenuo–, golondrinas surcando el cielo.

lunes, 11 de julio de 2011

Vidas cruzadas~~Manuel R.

Lo que podréis leer a continuación es una prueba irrefutable de que a veces vale la pena cruzarse con alguien que tenga algo que decir. Sobretodo si sabe cómo decirlo.
Nunca unos puntos suspensivos expresaron tanto.
Si os gusta refrescaros de vez en cuando...


http://nochesdlluvia.blogspot.com




Cierro la puerta y me guardo la llave en el bolsillo. Cae una llovizna refrescante y agradable durante cinco minutos y traidora e incómoda si dura mucho más...Que ya te llamaré sí, a qué hora?...ya... ... bueno...sí, ya lo sé...bueno ya te contaré...venga... hasta luego.Y ella cuelga y yo que paso por su lado la veo guardar el teléfono móvil en el bolso mientras camina hasta la estación.
Me costó 120 euros.Ah pues esta bien.Me caben un montón de cedés. Y es bonito. Sí. A ver si cuando cobre me... Sigo caminando por el andén, se acerca el tren y ya no oigo otra cosa que el chirrido de las ruedas en las vías. Las puertas se abren y entro. 
Tren con destino aeropuerto, próxima estación... Continúa la música clásica en los altavoces invisibles.
Te haces un seguro y no es como los bancos, que lo saben todo de tí, quien eres, lo que ganas, lo que debes...y después les dices que te has arrepentido y que te devuelvan el dinero y te advierten de que pierdes dinero y les dices que te da igual y el dinero que te devuelven esta limpio, hecha la ley hecha la trampa porque os juro que...
Veo un asiento libre junto a la ventanilla. Me siento.
La bolsa o la vida! y el otro dice: coño! usted también es médico? jajajajaja...jajajajajaja...ese es bueno eh? Que cabrón. Yo antes me sabía muchos pero ahora ya no me cuentan,me mandan imeils...A mí me contaron uno muy bueno pero no me acuerdo...
Veo pasar las montañas por la ventanilla. Una niebla baja se escabulle entre los árboles. Busco en mi bolsillo y desenredo los cables. Suena en mis oidos. Extraño como un pato en el manzanares, torpe como un suicida sin vocación,absurdo como un belga por soleares, vacío como una isla sin robinson,oscuro como un tunel sin tren expreso...
Camino hacia la salida. Tendrás mucha prisa!! y yo que hago ahora eh? joder!! Un guardia jurado fuera de servicio con las rayas delatoras en las costuras del pantalón, bajo su chaqueta, vocifera. Un hombre de piel oscura mira hacia atrás. Es a él, que se dejó abierto el torno de la salida y el otro, que venía detrás, no podía pasar sin darle media vuelta. Lo alcanza en la escalera y lo mira torvamente. El inmigrante baja la cabeza, callado, mientras camina. Yo miro al de la voz en grito que me mira también y le susurro Don't worry be happy. 
Ya no llueve. Ya es de noche.
Alguien se esta forrando, yo no sé quien es, pero una bolsa de piñones valía quinientas pelas y ahora envían un contenedor y sale la bolsita a cincuenta céntimos... Yo trabajaba en pronovias y todo lo que eran encajes y las perlitas esas que van engarzadas lo hacían allí y les costaba cuatro duros y luego los vestidos de ochenta mil pelas no bajaban...Pues espérate que ahora dicen que van a vender coches a tres mil euros y la gente los comprará no importa que vengan de China...mira los coreanos, como poco a poco se fueron metiendo en... Pasa el autobús y un anciano le hace gestos de que pare pero el conductor no le mira. Lo perdimos... Vamos a la parada.... podía haberse parao el cacho cabrón...
Oye que estoy en el trabajo aún, que llegaré tarde, que no me esperes... sí...sí... qué?... que ya lo sé...sí...bueno, pues ya te diré algo...vale...oye que ya te llamaré que estoy liado o bueno, sí es igual. vale, hasta luego... Qué? ya?... Sí, ya te dije que no hay problema. Bueno y adonde vamos?...Se detienen y él, haciéndose el pensativo, apoya una mano en el lugar donde su espalda pierde ese nombre. Como por casualidad.
Al fín llego. A qué hora cerrais?... A las once y media. Miro el reloj. Ponme una conexión libre... Un ordenador libre?... Sí... Ponte en el dieciseis.

jueves, 7 de julio de 2011

Lo prometiste~~Ana Melero / El almacén~~Rosa M.

Este microrrelato no es lo que parece. Es un bocado más de un relato que podréis leer en su totalidad aquí: 
http://vanalaire.blogspot.com/2011/07/lo-prometiste-ana-melero.html
Es la primera vez que leo algo de Ana Melero y este párrafo me llamó especialmente la atención:


Lo prometiste


La bomba va a estallar, y cuando lo haga nada podrá salvarse. Su onda expansiva llegará a todos mis rincones, y  de nada habrá servido la terca ceguera de este cuerpo. Sí, ceguera; porque mi cerebro mandó mensajes de socorro que no obtuvieron respuesta. Cómo si no entender esa falta de sueño, el apetito compulsivo, o los silencios eternos…,  y esa especie de letargo de los sentimientos. Pero no hubo respuesta de mi parte física. Tampoco mi entorno fue consciente de los cambios, y si lo fue no les dio importancia. Importancia, esa es la clave. ¿Qué es importante? ¿Por qué  no me importo?  


Y si os quedáis con ganas de más misterio, en el mismo lugar podréis encontrar cosas como esta, de Rosa M. Una caja de tesoros. Entra y encuentra el tuyo.
http://vanalaire.blogspot.com


El almacén




Era tarde, llovía y tenía que hacer tiempo. Como siempre había llegado a la cita mucho antes.


No aguanto la impuntualidad, eso me lleva a tener que esperar siempre. Esperar a los que son puntuales y esperar  más, a los que siempre llegan tarde.
Caminé por la acera refugiada debajo del pequeño paraguas de bolsillo que siempre me acompaña. Decía mi madre “mejor prevenir…”.
Busqué un bar para tomar un café, pero como ocurre siempre con las cosa que buscas, no aparecen. Ninguno a la vista.
Cabreada, helada y mojada, reparé en un almacén. Eran dos traseras abiertas de par en par con una iluminación mortecina. Busqué con la mirada algún cartel que me informase sobre la clase  de negocio que allí se desarrollaba. Nada, ni un indicio.
Ésto alborotó mi curiosidad, siempre he sido muy curiosa, y mi cabeza, en ebullición, comenzó a especular, sería esto, aquello, lo de más allá.
Paseé por delante del portón, de derecha a izquierda, de izquierda a derecha y vuelta a empezar.
Cuando de repente al darme la vuelta, me asustó, una mujer de amable sonrisa y mirada inteligente, detrás de sus gafas, me habló. Pase usted si quiere, a si se refugia del mal tiempo.
No se preocupe la contesté, no quiero molestar.
Ella volvió a sonreír  e insistió. Pase de verdad.
Con pasos vacilantes acepté su invitación sin saber que me iba a encontrar,  pero con la curiosidad a flor de piel.
Eche un vistazo y si necesita algo estoy en este pequeño despacho. Me dijo mientras desapareció por una puerta medio oculta por unas cajas viejas
Me adentré en la semipenumbra. Poco a poco se fueron mis ojos acostumbrando a la luz o mejor dicho a la falta de ella.
No tenía un espejo para mirarme pero mi cara debía de ser de un asombro absoluto.
Aquello tenía luz propia, os puedo asegurar que hasta sin luz hubiese brillado.
Eran piezas maravillosas llenas de colorido y cada una contaba una historia diferente. Pasee entre ellas empapándome de su belleza y armonía. Me emocioné, me moje  de lágrimas.
El tiempo se detuvo y no puedo decir  que pasó…
Me dirigí a la puerta con esfuerzo, volviendo la cabeza atrás a cada momento para recordar todos los detalles posibles.
Llamé a la amable señora para darle las gracias y preguntarle por aquellas maravillas, pero nadie respondió.
Mire el reloj y salí corriendo, por una vez la impuntual iba a ser yo,
Al día siguiente volví a la calle del almacén dispuesta a enterarme de todo lo referente a lo que vi y que tanto me maravillo, pero estaba cerrado. Mire en derredor por si alguien podía decirme los horarios de apertura del almacén, pero no había nadie  por la calle.
Entonces me fije en un pequeño cartel, me acerque para leerlo mejor, mis ojos no son lo que eran, la sorpresa me dejo helada.
El cartel rezaba a si” CERRADO POR DEFUNCIÓN”
Casualidades de la vida, mientras yo disfrutaba del trabajo y el talento de esta mujer, ella dejaba esta vida en el silencio y la soledad de su pequeña oficina.




viernes, 1 de julio de 2011

Los colores del tiempo~~Ángeles Sánchez

El mundo cabe en un grano de arena y cada grano de arena contiene quién sabe cuantos. La prueba de que esto es cierto la podéis confirmar aquí. http://mundoenungranodearena.blogspot.com/
Seguramante ya conocéis a Ángeles Sánchez pero aún así estoy segura de que será tan placentero releer esto como descubrirlo.


Además de enhebrar palabras sabe pintar el tiempo.





Se reconocieron el otoño del noventa y ocho. Pero cada uno vivía en años diferentes. El, tres años más allá. Ella, cinco más acá.
Cuando sus manos se rozaron como el fugitivo baile de las hojas de un roble entristecido, con calma y ternura, se declararon un extraño amor.
Él la llenó de atardeceres con palabras de un futuro casi sin presente, y ella le compuso poemas huérfanos y cojos. Tal era su miedo que se fue sin decir adiós.
Pasaron tres inviernos, cinco veranos y siete primaveras sin saber el uno del otro.
Pero la mente es un lugar donde el tiempo trascurre de otra manera, dejando el poso de los recuerdos en la taza del olvido. Y allí, sin saberlo, cada uno vivía esa historia compartida.
Con el tiempo, ella llegó a oler el perfume de las palabras y le escribió una breve carta. Regresó sediento hasta su lado, implorando luchar por un amor desacompasado. Ella accedió desde un corazón lleno de rejas, que él deshizo base de paciencia.
Y se puede decir que durante este tiempo se amaron exiliados por un tiempo que jamás llegó, en una vida en malva.
Con los años, las palabras se fueron deshaciendo en lágrimas, y él cerró el libro donde habitaban como dos seres de otro tiempo en busca de una isla donde vivir su naufragio.
Pero el tiempo es un río donde los colores mudan en cada estación, y él, decidió esperarla en secreto. Subido al campanario tratando de detener las campanas que tocaban cada hora, pasó dos años con sus días, sin sus noches.
Una tarde de otoño, creyó verla entre el tumulto de la plaza, caminando mientras miraba las nubes. Dicen los que transitaban por la plaza, que las campanas crepitaron incansables durante dos días, y que el tiempo, expedito, discurría bajos sus pies en un río de tonos rosados. Todo porque una mujer vestida de blanco había subido al campanario, y descalza, había besado la estatua del tiempo.